Una historiadora y una estudiante de Letras están abocadas a investigar los comienzos de la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield, la primera de Córdoba y una de las más antiguas de la Argentina. A partir del acervo de la institución, intentan reconstruir la intensa vida cultural de la biblioteca a principios de siglo XX y su importancia en la vida cultural cordobesa. En esta breve entrevista con revista Bepé, cuentan los principales resultados de la investigación.

Paulina Iglesias es historiadora y Sofía Pellicci es estudiante de Letras, ambas están abocadas a investigar los comienzos de la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield, la primera de Córdoba y una de las más antiguas de la Argentina. A partir del acervo de la institución, intentan reconstruir la intensa vida cultural de la biblioteca a principios de siglo XX. Vinculada desde su fundación a los sectores obreros e inmigrantes, la biblioteca tuvo una vida muy activa en el universo cultural cordobés ya que fue el lugar de fundación de emblemáticos clubes deportivos. Además, fue un espacio habitado por Juan Filloy, uno de escritores más reconocidos de Córdoba. En una breve entrevista con revista Bepé, cuentan los principales resultados de la investigación. 

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¿Por qué creen que es importante investigar sobre una biblioteca popular?
Desde el surgimiento de las bibliotecas populares en la Argentina, podemos identificar en ellas una dinámica muy interesante: se constituyen como instituciones avaladas y respaldadas por políticas públicas, pero a la vez dependen del impulso de la sociedad civil para subsistir y permanecer en el tiempo. En el caso de la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield, nos pareció interesante cómo una institución de estas características se mantuvo en actividad desde su fundación (1909) hasta la fecha, sin interrupciones. Sin dudas, se ha ido transformando, adaptándose a diversas coyunturas, pero su permanencia en el tiempo nos permite considerarla como un símbolo de la cultura barrial.
Normalmente asociamos la actividad de una biblioteca con la lectura exclusivamente, y al observar las prácticas y acciones habituales vemos que hay campeonatos deportivos, celebraciones, conferencias, recitales, dictado de cursos, entre otras cosas. Esto permite entender el valor de estos espacios en la actualidad, teniendo en cuenta los cambios tecnológicos vinculados a la lectura. Desde sus inicios, la importancia del libro y la lectura en las bibliotecas populares estuvo vinculada a otros valores como la sociabilidad y la construcción de un espacio comunitario, la asociación entre vecinos e instituciones y  la autogestión. Por eso pensamos en prácticas culturales y a la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield como un ámbito de vital importancia para pensar el desarrollo de la cultura local.

¿Con qué materiales se encontraron cuando comenzaron a investigar la biblioteca? 
En primer lugar, nos topamos con la existencia de un Archivo Institucional, que había sido reunido por una antigua integrante de la Comisión Directiva de la institución, Silvia Gómez. Había una serie de documentos ligados a la vida de la biblioteca que estaban dispersos y ella los reunió y los puso a resguardo. Su acción fue muy importante para preservar una parte fundamental de la historia de la biblioteca y nos allanó el camino para la construcción de nuestro corpus documental.
Luego, gracias a un subsidio de la CONABIP, nos propusimos catalogar y digitalizar esos documentos para posibilitar su consulta y garantizar su supervivencia. Ahí entramos en contacto con una diversidad de documentos fotos de socios beneméritos, programas de eventos, tablas de presupuestos y finanzas, etc y de esa totalidad llamaron particularmente nuestra atención las memorias anuales de la Comisión Directiva. Se realizaron desde el primer año de vida de la biblioteca y nos permitían acceder, por un lado, a la descripción y enumeración detallada de las prácticas llevadas a cabo por la institución y por el otro, a la voz de los actores, expresada, por ejemplo, en los discursos inaugurales de cada sesión.

¿Cómo era la vida cultural  en la biblioteca en el período que estudian? ¿Qué características tenían las actividades?
Desde los primeros años se llevaron a cabo funciones de cine, campeonatos de fútbol y torneos atléticos, principalmente con el objetivo de recaudar fondos para solventar sus gastos. Dentro de la biblioteca nacieron clubes de fútbol con grandes trayectorias deportivas, como el Club Atlético Talleres y el Club General Paz Juniors. También había reparto de juguetes, campeonatos de ajedrez, presentación de musicales y recitados, dictado de cursos de arte y la fundación del club de filatelia. Además, se destaca el dictado de conferencias lo que propició vínculos estrechos con la Universidad Nacional de Córdoba y con intelectuales de la época. 

¿Cómo era el vínculo de la biblioteca con la comunidad?
Era estrecho y fluido. Por ejemplo, en sus inicios buscó fomentar la lectura especialmente entre los obreros del barrio, por ello abría sus puertas dos horas al finalizar el horario laboral ya que la mayoría trabajaba en el ferrocarril. Pero la biblioteca no sólo se relacionaba con sus lectores sino que realizaba acciones destinadas, por ejemplo, a vincular a los niños con los libros. También interactuaba con negocios de la zona que colaboraban en las rifas y eventos que se llevaban a cabo para reunir fondos. No era un vínculo unidireccional, la biblioteca se nutría también de lo que la comunidad le aportaba, por ejemplo la donación de libros por parte de los vecinos complementaban el catálogo de la institución.  

¿Qué elementos de aquél primer período de la biblioteca creen que perviven hasta hoy?
A nivel material, aún se conserva gran parte del primer catálogo de libros y de la hemeroteca de la primer etapa, lo cual le otorga un valor histórico a veces no ponderado. La biblioteca todavía funciona en el mismo edificio, que conserva la sala de lectura, estanterías y parte del mobiliario. A nivel simbólico, creemos que ocupa un lugar central en la historia barrial, y a la vez sostiene la voluntad de vincularse con la comunidad. Bajo esa premisa propicia lazos con otras instituciones barriales, como los colegios y jardines para los que realizan visitas guiadas, centros de salud con los que co-organizan la Feria de Salud y el Centro de Promoción del Adulto Mayor con el que realizan acciones para la tercera edad. Hoy en día se modificaron algunas de sus prácticas, las conferencias yo no son tan habituales, aunque sí la presentación de libros y conciertos, se realizan ciclos de cine y hay una variada oferta de cursos (taller literario, idiomas, ajedrez, yoga, etc.) que atraen al público en general.