Además de músico, el Caballero de la quema es un gran lector. Y, como si fuera poco, el año pasado también sacó chapa de escritor cuando publicó su primer libro, un compendio de recuerdos de giras, amores fugaces y reflexiones sobre el tiempo, la música y  la familia. En esta entrevista nos cuenta sobre lo que le gusta leer y sobre los libros que marcaron su vida.

Iván Noble nació en 1968, en Buenos Aires. Es hijo de un dermatólogo y una profesora de cerámica y psicóloga social. Siempre fue inquieto, con intereses múltiples. En la preadolescencia empezó a tocar la batería y continuó con la guitarra. Se hizo conocido en la década de 1990 como líder de la banda de rock Los caballeros de la quema. Luego se convirtió en solista. Estudió sociología y también incursionó como actor. El año pasado debutó como escritor con el  libro Como el cangrejo, una recopilación de crónicas sobre su vida como rockero. 

Los libros lo acompañan desde siempre. “Para mi la lectura es un gran placer, es un hábito que, por suerte, lo tengo desde muy pequeño gracias a mis viejos”, cuenta.

¿Cuándo descubriste el placer de la lectura?
La lectura me acompañó toda la vida. Tuve los libros siempre muy a mano. Mis viejos siempre me incentivaron para que lea, pero nunca asocié a la lectura con algo obligatorio. Al contrario, siempre fue un acto muy grato para mí, algo placentero.

¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
Los primeros libros que leí fueron los de la biblioteca de mis viejos. Recuerdo especialmente los de historia y los de la colección Robin Hood, que era una colección de aventuras. Había libros de Julio Verne, Jack London, Emilio Salgari. Eran los libros que mis viejos tenían cuando eran chicos. Recuerdo que eran amarillentos y con aroma dulzón. Después fui eligiendo mis propios libros, escuchando recomendaciones de gente a la que veía leer, también por referencias de amigos. Leía muy variado. Cada época de la vida tiene su mapa literario y es medio caótico, pero está bien que sea así, desordenado, azaroso.

¿En qué momentos lees? ¿Tenés rituales de lectura?
No tengo rituales de lectura. Suelo leer en cualquier momento. Leo mucho más en mi tiempo libre, por supuesto. Pero también leo mucho en las giras, siempre en papel, no tengo el hábito de leer en digital. Todavía sigo poniendo los libros en el bolsito cada vez que viajo.

¿Cuáles son tus libros de cabecera?
Como te decía antes, voy cambiando las lecturas según las épocas, pero tengo autores a los que vuelvo siempre: Juan Carlos Onetti, Ernest Hemingway, Raymond Carver, Mario Vargas Llosa… cada tanto vuelvo a leer algo de ellos.

¿Cómo sería tu biblioteca ideal?
Recuerdo con mucho cariño la biblioteca de mis viejos. La mía es desordenada, desorganizada. Cada tanto intento ordenarla por género, por autores o por tema pero no funciona. De todos modos me llevo bien con esa cosa medio caótica. Cuando busco algo siempre lo encuentro, sé donde está cada libro. Me interesan más los libros que las bibliotecas. No soy de sacralizar la biblioteca. A veces voy a algunas casas en las que hay bibliotecas y me parecen hermosas, pero no me interesan en sí mismas porque a veces se vuelven espacios que uno no visita. Yo tengo libros en todos lados. Los más preciados son los que tengo más a mano, pero todos están por ahí en distintos lugares. No creo que la biblioteca sea algo sacro.